martes, 29 de junio de 2010

Los números

Una vez, un tipo que conozco, en el medio del barullo de una reunión tiró una frase que nadie escuchó salvo yo.Tal vez la dijo por lo bajo por miedo a quedar como un limado o porque el tipo ya es tímido,introvertido,poco entrador,como le quieran llamar; la cuestión es que lo escuché. Dijo algo como "la enumeración es una costumbre de ciertas culturas", intentando poner en juego lo que uno de por ahi le había dicho "cuantas hamburguesas te vas comiendo?". Tal vez es cierto, si alguno de ustedes tiene datos paselos, que hay culturas en las que no se cuenta como "uno mas uno es dos",sino "uno mas uno puede ser cualquier otra cosa". Me pasa,por ejemplo, con mi relación con Mariana (y se que abundo mucho en este tema,pero vivimos juntos), que no cuento cuantos días llevamos, si me preguntan no tengo idea cuando cumplimos años, meses, días.Que se yo. Lo que se es que en el tramo de vida que llevamos juntos todo cambió, que va a seguir cambiando y que me resulta mas sincero con lo que uno siente celebrar un día cualquiera la relación en lugar de celebrarla todos los (pongamos) "23 de septiembre porque ese día nos conocimos", se acartona, ya se sabe lo que va a pasar. Hoy le preparé una sorpresa acá en casa por ejemplo, porque me levanté con ganas de que se ría y tengo tambien días en los que quiero que se calle.Los números no importan. Mi hermana, que está estudiando historia me dijo algo que les dicen ni bien entran a cursar "en la historia no hay fechas exactas, hay procesos, la revolución no se hizo de un día para otro porque todos se levantaron con ganas de hacer la revolución, se pone 25 de mayo porque es el día que se manifestó,pero es algo mucho mas complejo de explicar". No se si se entiende lo que digo. Y cada día lo incorporo mas a esto de los números y los procesos.
Si soy consciente de que hay números que son de "vital" importancia: hasta cuando pagar el alquiler, cuando vence una comida, a que hora cierra la farmacia. Que ahora que lo pienso se pueden cambiar por soluciones mas creativas "cuando vence una comida: cuando empieza a tener otro gustito", "cuando pagar el alquiler: cuando te empieces a quedar sin azulejos", "cuando cierra la farmacia: antes de que el sol se ponga rojo índigo", asi además promoveríamos otro tipo de aprendizaje (se valoraría mas el sabor de las comidas sin vencer, se admiraría la decoración de los azulejos y buscaríamos la diferencia entre el magenta, el bermellón y el rojo índigo).Decime si no.
Ejemplos en los que la contabilidad me es indiferente me sobran, pero no quiero abrumarlos con esta inútil reflexión,solo darles la pauta de algo en lo que pensar el resto del día, de la hora o bien (haciendo alusión al texto) el resto de lo que lleve procesar esta idea en su mente.
Los saluda atentamente.Rebo.

3 comentarios:

Lucy in the sky - dijo...

¡Pero qué bella entrada! Yo tengo alma bastante hippona así que los números y las fechas me resbalan bastante también. No me gustan demasiado los cumpleaños (nunca festejo los míos a lo grande), por ejemplo. Creo que nunca se necesitan fechas especiales, los números son sólo eso, y no deberíamos dejar que nos organizen tanto la vida. En feen, saludos; buen martes :).

Polanesa dijo...

El tipo ese que conocés es un genio. Y toda tu reflexión es muy cierta.
A mi me pasa algo parecido, que para la mayoría de la gente es un problema, pero que para mi es una especie de liberación y un atajo para ser feliz durante ratos más largos.
Yo no tengo noción del paso del tiempo. Y no es colgadez ni falta de memoria como creía al principio, es simplemente eso: no logro regirme según el sistema de tiempo. Por eso no me acuerdo si mi primo vive conmigo desde hace 4 meses o 3 años. Y aunque la gente me pregunte y me repita indignada "¿cómo no te acordás?", y la verdad es que a mí no me importa y a usted tampoco, así que no sé por qué tanto alboroto.
Por eso siempre tardo unos segundos de más en responder mi edad. Y por eso no puedo seguir ningún tipo de rutina, como levantarme siempre temprano, estudiar media hora todos los días o seguir un programa de televisión.
Los números que llamás vitales, son vitales porque así lo impone el sistema. Si no tuvieras que pagar todos los meses por el mero hecho de habitar un espacio medianamente digno, si comieras lo que producís y cocinás en el momento, y si no fueras alópata, esos números tampoco tendrían mucho sentido.
Tampoco digo que haya que hacer una revolución para acabar con los números. Son importantes, pero en general, el uso cotidiano que se le da es práctico en un sentido e innecesario en realidad.
Igual es mi opinión nomás.
Un abrazo!!!

Paula Cejas dijo...

En mi trabajo el break se decide por unanimidad, en un determinado momento en que mis compañeros y yo nos miramos, y nuestras miradas reflejan desesperacion, cansancio, hastio, furia y un dejo asesino.

Ahí, pedimos Break.